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La protección pasiva contra incendios de los pasos de cables eléctricos
Además del riesgo de ignición, estos pasos técnicos son una potencial fuente de infiltración de gases y llamas, tanto a través de las eventuales grietas alrededor de los cables como a través del espacio dejado libre por la combustión del revestimiento.
La EN 1366-3, la norma europea de referencia en cuanto a seguridad, identifica los criterios de prueba que deben cumplir todos los sistemas de protección contra incendios de este tipo de pasos. Al igual que los otros pasos de instalaciones, los tipos principales de rendimiento que se supervisan en las pruebas son:
- el sellado de los sistemas frente al paso de los humos y gases generados por la combustión;
- la capacidad de restablecer un nivel de aislamiento térmico similar al del soporte que se atraviesa.
Non existe una única solución contra los incendios.
La elección depende del entorno de instalación específico y de los requisitos de aplicación.
En este artículo, analizaremos en detalle los distintos sistemas de sellado según sus características técnicas y las ventajas que ofrecen en términos de aplicación y mantenimiento.
Las soluciones más flexibles consisten en sistemas que se pueden desmontar y volver a colocar fácilmente directamente en la obra, como las almohadillas intumescentes (por ejemplo AF Bags).
La instalación suele ser muy sencilla y, si es necesario, se pueden quitar o comprimir ligeramente una o varias almohadillas con el fin de que se puedan sacar o introducir nuevos cables.
Este tipo de solución es ideal para aperturas pequeñas u obras de construcción en curso.
Una vez finalizadas las obras y/o en el caso de aperturas de grandes dimensiones, se suele preferir utilizar sistemas semirrígidos como los paneles de lana mineral de baja densidad (por ejemplo, AF Panel), que, para los instaladores expertos, ofrecen una mayor eficacia de aplicación aunque a costa de dificultar las futuras intervenciones.
Otro parámetro principal que diferencia a los sistemas de protección de los pasos de cables, además de la flexibilidad, es la profundidad del sellado. Las soluciones a disposición en el mercado van desde 120 mm hasta más de 300 mm.
Desde el punto de vista de la certificación, siempre es preferible probar con una profundidad de sellado menor para reducir el riesgo de que el espesor del aislante supere al del soporte en el que se inserta, además de por la nada desdeñable reducción del coste general de la intervención.
Para combinar las ventajas de los diferentes sistemas, nos gustaría centrarnos en un nuevo tipo de solución que últimamente se está convirtiendo en la norma para estos pasos: los productos basados en espuma termoexpansiva bicomponente.
Disponibles tanto en la versión clásica de espuma (por ejemplo, AF Graphit Foam) como en la versión preformada de ladrillos intumescentes
(por ejemplo, AF Brick con una profundidad de sellado de tan solo 150 mm), los productos de este tipo garantizan la integridad incluso en presencia de elementos combustibles. Una verdadera síntesis de las ventajas aportadas por las demás soluciones flexibles y las soluciones más rígidas.
Consideremos, por ejemplo, los ladrillos AF Brick, que obtuvieron su primera certificación ETA (Evaluación técnica europea) en noviembre de 2021. Al igual que las soluciones más rígidas, estos sistemas tienen un acabado extremadamente compacto y, si se colocan mediante compresión, proporcionan un óptimo sellado contra los humos fríos incluso sin la ayuda de productos complementarios.
Al mismo tiempo, su sencillo método de instalación también los hace ideales para trabajos de mantenimiento, con una gran facilidad de uso en las futuras intervenciones tras la primera instalación.
- Staff AF Systems
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